Sí, sé que ha pasado más de un mes. Que ya no es ninguna novedad...
pero entre unas cosas y otras no me he parado a dedicarle unas palabritas al que amenaza con ser la estrella del equipo de casados'07... y, veintimuchos años de amistad sin duda lo merecen.Y es que hemos compartido muchas cosas durante todos estos años. Amigos, confidencias, viajes, borracheras, ilusiones, momentos menos alegres... Resultaba poco menos que extraño ver a aquellos que conservo en la mente como "encanijaos" y siempre vestidos para jugar al fútbol, portando sus elegantes trajes.
Instalados ya en el elegante salón de celebraciones, elegimos una cuidada ubicación a mitad de camino entre el tirador de cerveza y el experto cortador de jamón. ¡Qué grandes las enseñanzas de mi profe Fernando II en ese sentido!
Allí en la copa de bienvenida continuaban los saludos. Llegaba el autobús con la gente de Villaharta con el gran Jara y Ana entre ellos. Y mi corbata, con el nudo mal hecho desde el comienzo, comenzaba a sufrir.Luego pasamos a comer. ¿Cuál es tu mesa?... y siempre la misma respuesta "la 11". Eso no era una mesa, era como la de los banquetes de Asterix y Obelix pero sin jabalies. Allí sentado frente a los señores De Los Ríos e Higuera pasaron tres horas en las que se contaron las historias de siempre, aderezadas con las mismas anécdotas de las que siempre nos reiremos y acompañadas, como no, de mis tradicionales paseos por toda la mesa.
Marisco, Bacalao, un exquisito solomillo y un sorbete de limón de dudosa apariencia pero buen sabor compusieron una larga comida que se extendió a más allá de las 6. A partir de ahí la locura. Con el vino y la cerveza bien asentados, el personal se lanzó a la conquista de la barra libre. Un par de copas y el teléfono del hostal empezó a sonar. Éste se iba quedando sin habitaciones al tiempo que el autobús se iba despoblando. Nadie quería marcharse en mitad de la batalla. No obstante, hubo bajas... Pepe, Aroa, Juan, Gema... nos dijeron "Adiós" con cara de "joder, mira que tenerme que ir ahora". No era sólo una boda, era una reunión de amigos a los que conforme pasan los años les cuesta más coincidir.