lunes, marzo 15, 2010

Stockholm: Calidez helada


He subido esta foto, como podría haber subido cualquiera de las otras muchas que he hecho durante esta primera parte de mi periplo en Estocolmo. La ciudad se presta a una y mil instantáneas que la memoria visual se niega a dejar caer en el olvido.

Pese al frío penetrante, el peligroso hielo de sus calles y sus parques nevados nos hemos encontrado una ciudad cálida.

Cálida en su diseño pues está claramente pensada para el buen tiempo, el sol y los días largos, aunque realmente nadie lo diría a priori imaginando las temperaturas que estamos viviendo (digo imaginando porque aún no encontré un termómetro en toda la ciudad)

Cálida en su gente que nos ha acogido con gran amabilidad, mostrándose siempre dispuesta a ayudarnos en todo. Reservados, eso sí. Antes muertos que hacer una pregunta, pero educados, serviciales y encantados de responder las mil y una nuestras. Porque aquí hay mucho que preguntar en todos aquellos temas que nos han traído hasta aquí.

Siempre hemos tenido la idea de que Suecia estaba socialmente muy avanzada. Y en mi opinión, ahora sobre el terreno, lo está. Sin querer comparar con ningún otro lugar hay que decir que su sentido de la educación y el civismo es muy alto y que tienen completamente interiorizados conceptos e ideas que nosotros ahora nos estamos empezando a plantear.

Sirva como ejemplo el hecho de que sólo una persona de las que nos han tratado tuviera ciertos problemas para expresarse en inglés. No debe ser cómodo que visiten tu país y nadie se preocupe por aprender una sola palabra en tu idioma. De hecho, a nosotros no nos gusta. Sin embargo, ellos lo viven con naturalidad, esforzándose incluso en preparar sus presentaciones en español para nosotros.

De las cifras sorprende el bajo volumen de población que atienden en Servicios Sociales, por razones obvias, y el número de trabajadores que disponen para ello. Servicios de calidad y con una premisa clara: ninguna persona es igual y por tanto no se les puede tratar del mismo modo.

Muchas son las ideas aún pendientes de ordenar, pero Estocolmo merece que vuelva a sus calles y me tome una lättol con mis compañeros de viaje.

Seguiremos informando.

Hej da!










miércoles, febrero 17, 2010

ACPANSBI


Bajo esas siglas de difícil pronunciación y complicadas de descifrar nos encontramos con una Asociación Cordobesa que he tenido la ocasión de visitar hoy. Ha sido una experiencia interesante y enriquecedora como la mayoría de las visitas a las asociaciones de personas con discapacidad.

De ésta me ha llamado la atención el empeño de un grupo de madres, especialmente de una de ellas, por mejorar la calidad de vida de sus pequeños, de hacerles partícipes de la sociedad en la que viven. Pequeños que sin la lucha de sus padres y madres vivirían como lo hicieron durante su infancia muchas personas sordas adultas: atrapados en la incomunicación. Hoy, sin embargo, esos niños estaban allí riendo, jugando, interactuando con nosotros...mientras las familias sonreían aún más que ellos.

De las muchas cosas que voy aprendiendo en mi actual trabajo quizás lo que más me gusta es haber aprendido a ser consciente de que existen otras realidades distintas a la mía. La mayor parte de las veces aquellos que vivimos una vida "normalizada" (una palabra realmente horrible) no nos damos cuenta de que pequeños detalles pueden facilitar la vida a muchas personas. Cuando se puso en marcha el Servicio de Intérprete de Lengua de Signos reflexionaba junto a un amigo sobre cómo una persona sorda podía resolver esos trámites burocráticos, que a todos nos resultan cansinos y dificultoros, sin la ayuda de alguien que le ayudara a entender y ser entendido. Pues bien, una sola persona permite que 4.000 personas resuelvan sus trámites al igual que cualquier otra.

Son, en definitiva, pequeños pasitos conseguidos gracias al esfuerzo de mucha gente a la que cada día admiro más por la pasión que le ponen a todo lo que hacen...